Uno de los momentos mas importanes y emocionantes de mi vida. Vale compartir.
DISTINGUIDAS AUTORIDADES PRESENTES.
APRECIADOS MAESTROS…
AMADOS PADRES Y MADRES…
QUERIDOS COLEGAS EGRESADOS…
SEÑORAS Y SEÑORES…
ALBERT EINSTEIN, PROFICUO Y SINGULAR INTELECTUAL HA ACUÑADO UNA FRASE QUE, VINIENDO DE EL, ME INTERPELA VIVAMENTE. HABIA DICHO: “ES IMPORTANTE EL CONOCIMIENTO, PERO MAS IMPORTANTE ES LA CREATIVIDAD”.
DIGO QUE ME CONMUEVE, PORQUE VEO AL FINAL DE LA ETAPA DE NUESTRA FORMACION, QUE NOS HEMOS LLENADO DE NUEVOS CONOCIMIENTOS Y QUIZAS MUCHOS DE NOSOTROS PODEMOS CAER EN LA INGENUIDAD DE CREER QUE AHORA SI ESTAMOS PREPARADOS PARA TODO EN LA VIDA. ES BUENO TENER EN CUENTA LO DE EINSTEIN PARA DARLE AL CONOCIMIENTO EL LUGAR QUE SE MERECE: IMPORTANTE, PERO NO ABSOLUTO. SIMPLEMENTE PARA CONVENIR DE QUE HEMOS ADQUIRIDO UNA LLAVE CIERTAMENTE, PERO QUE, LEJOS DE AHOGARNOS EN EL ORGULLO, DEBE SER PARA QUE CON ELLA DEMOS EL ARRANQUE PARA NUEVOS CONOCIMIENTOS, NUEVOS DESAFIOS, NUEVAS CREATIVIDADES…
QUE SEAMOS CONSIENTES QUE SI HOY ESTAMOS DISFRUTANDO DE UN LOGRO, ES APENAS UNA ESTACIÓN EN LA VIDA Y QUE EL TREN AUN TIENE UN CAMINO QUE RECORRER Y DEBEMOS CUIDARNOS DE NO QUEDARNOS EN EL RECODO…
SIN EMBARGO, COMO TODO LOGRO ES SIEMPRE ESTIMULANTE, APROVECHEMOS EL MOMENTO ANTES QUE NADA PARA RECONOCER QUE
NUESTRA LUCHA, AUNQUE SIGNIFICATIVA, NUNCA FUE SOLITARIA. INCLINEMONOS EN ESE ALTAR INTERIOR QUE LLEVAMOS TODOS Y DESDE ALLI DIGAMOS GRACIAS A DIOS POR EL SOPLO DE SABIDURIA, TEMPLANZA Y LUZ CON QUE NOS HA ILUMINADO TODO ESTOS AÑOS DE FORMACION TERCIARIA. POR HABERNOS DEPOSITADO EN ESTA CASA DE ESTUDIOS A LA QUE TAMBIEN LE RECONOCEMOS EL ESFUERZO POR FORMARNOS A TRAVES DE SUS DIRECTIVOS Y CATEDRATICOS. POR HABERNOS ENLAZADO A QUIENES COMPARTIERON CON NOSOTROS LAS AULAS, QUE MAS QUE AMIGOS, SE CONVIRTIERON EN VERDADEROS HERMANOS DE LA VIDA.
MUY EN ESPECIAL A NUESTRAS FAMILIAS, AMADOS Y AMADAS QUE FUERON EL SOSTEN DE NUESTRAS CONVICCIONES. De manera particular, no puedo dejar de mencionar y agradecer en forma breve a la mía, por todo el apoyo que siempre me han brindado. A mi madre, Elvira de Barreto, gran ejemplo para mi, mujer virtuosa, amorosa y una gran guerrera; a mi padre, Mauro Barreto, quien con su ejemplo e integridad me ha inspirado a seguir sus pasos y a amar esta profesion. A mis queridas hermanas, Raquel y Ruth, quienes aportan el condimento necesario a mi vida. Decir gracias, resulta insuficiente.-
Además de la satisfacción y la alegría que nos embarga en esta noche, surge en cada uno de nosotros un sin número de interrogantes en calidad de nuevos profesionales y una preocupación ante la realidad que nos tocara enfrentar. A partir de hoy, cada uno de nosotros ocupa una posición privilegiada en nuestro sistema de justicia. Este gran privilegio, sin embargo trae consigo una gran responsabilidad. La lucha por la justicia. En qué consiste realmente la Justicia? Ulpiano decía que es: la voluntad firme y constante de dar a cada uno suyo. La interrogante que surge es, como logramos en nuestro rol de abogados cumplir este deber dentro de una administración de justicia y un poder judicial claramente selectivo y excluyente, deshumanizado y burocrático, injusto, falto de credibilidad e independencia?
Estudios realizados en el año 2010 a la población de 18 países de América Latina, contemplan el Índice de Percepción de Confianza en la Justicia. Las mejores calificaciones en cuanto al nivel de Confianza en la Justicia corresponden a Uruguay donde se alcanza un 58%, seguido por Brasil con el 51% y Costa Rica con un 46%. En el otro extremo podemos ver a Paraguay con el 27% de confianza en la Justicia, que comparativamente con el 2009 se mantiene igual.
Son datos que reflejan fielmente la falta de confianza social en la administración de la justicia y una baja imagen pública del Poder Judicial.
Esta noche, me remito nuevamente a la interrogante planteada: Es posible como nuevos profesionales abogados cambiar la realidad que nos toca vivir y lograr, dentro del sistema que impera, dar a cada uno lo suyo?
Muchas cosas no serán difíciles cambiar. Pero podemos empezar por nosotros mismos. Pasa por una convicción personal de respeto a uno mismo, a los ideales; pero también de respeto por los demás colegas y su trabajo. A medida que la sociedad sea consciente de abogados, magistrados o un poder judicial, respetuosos de sí mismos, no tendrán otra opción, más que respetarlos. Parafraseando un pensamiento de José Ramos Ayllon resulta lo siguiente: Amar la justicia porque nos resulta rentable es confundir a la justicia con un buen negocio. No veamos al ideal de justicia como un negocio que nos traerá beneficios personales o económicos, si no seamos conscientes de la gran responsabilidad que poseemos cada uno de nosotros ante la sociedad, ante nuestro prójimo y ante Dios.
El nombre de Nuestra Promoción, Bicentenario de la Independencia Nacional, nos honra en esta noche, pues hace alusión a nuestros 200 años de independencia. Al mismo tiempo nos invita a vislumbrar, como los revolucionarios de Mayo, las problemáticas de nuestro tiempo y a encarar el espíritu de cambio, ante la necesidad de tomar en nuestras manos el porvenir. Que el valor, coraje y perseverancia de los padres de nuestra independencia se reflejen en cada uno de nosotros y que la realidad ante la cual nos enfrentemos no sea motivo de frustraciones, ni impliquen el detrimento de nuestros ideales y valores inculcados a lo largo de nuestras vidas, sino mas bien nos inspiren en la necesidad de hacer historia.
En esta noche tan anhelada, auguro felicidades a mis noveles colegas!, y éxitos en el nuevo camino que queda por transitar. Concluyo mis expresiones dejándoles una hermosa promesa, contenida en el libro de Isaías 33: 15 y 16, a fin de que podamos conducirnos según ella.
“Solo el que procede con justicia y habla con rectitud, el que rechaza la ganancia de la extorsión y se sacude las manos para no aceptar soborno, el que no presta oído a las conjuras de asesinato y cierra los ojos para no contemplar el mal. Ese tal morara en las alturas, tendrá como refugio una fortaleza de rocas, se le proveerá de pan y no le faltara el agua”.
Espero encontrarles en aquellas prometidas alturas: Muchas gracias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario